EL CINE EN BARBASTRO
 Antonio y Toni Soláns, Junio 2000 a Diciembre 2000

 

solans@grupo7.com

Los Inicios    El Principal 1ª parte    El Pincipal 2ª parte  El Cine Gran Coliseo

 

Los inicios

La historia del cine en Barbastro se remonta a principios del siglo XX, es difícil establecer una clasificación exacta dada la poca documentación encontrada y los pocos testimonios que quedan de aquellos tiempos, no obstante hemos tenido la suerte de contar con la valiosa ayuda de varios aficionados que con su aportación han hecho posible la confección de estos artículos.  

La primera referencia que disponemos data aproximadamente de 1903, se trata del Cinematógrafo Pardo situado en un pabellón de madera en la confluencia de la Carretera de Huesca con Vía Taurina donde se proyectaban fotos fijas además de las pocas películas existentes en aquella época como por ejemplo La salida de los obreros de la fábrica Limière (hermanos Lumière, 1895) primera película conocida o Salida del Misa de doce del Pilar de Zaragoza considerada la primera película española rodada por el aragonés Eduardo Jimeno en 1899). 

Por aquellas fechas también tenemos noticias de otro cine en la carretera de Huesca (hoy Ejército Español) regido por Luis Mur, conocido propietario del Bar Luis, lamentablemente no hemos encontrado mas referencias de este cine.

En el coso donde ahora esta ubicada la Caja Rural se instaló el primer cine del que tenemos referencias directas, se trataba de un local en el que en un extremo se encontraba un ¡torno de olivas! y en el otro la tela que hacía funciones de pantalla, la gente se sentaba en bancos y en los laterales del local había gradas de madera como si de un anfiteatro se tratara. El proyector, de manivela, era manejado habitualmente el Sr. Rámiz (padre de D. Constancio Rámiz que nos ha facilitado varios datos) siendo ayudado en ocasiones por el Sr. Cortina, padre del doctor José Cortina -médico de grato recuerdo en Barbastro-. El Sr. Gibanel, dotado de una especial gracia y de muchos recursos era el encargado de explicar al público la trama de la película, ya que al tratarse de cine mudo -y no olvidemos que al encontramos en los inicios del cine- los espectadores necesitaban de alguna ayudeta para comprender el argumento, señalaba con un puntero al scheriff y decía “aquí llega al municipal para salvar a la chica del cuatrero...”.

 

El primer cine al aire libre que conocemos fue en la plaza de la Tallada, se trataba de un bar a cuyo propietario apodaban el Pistolero que con una pantalla-sabana que colgaba en casa Gómez (que estaba enfrente del bar) y con un proyector de cine mudo proyectaba las películas del momento entre las que nos han contado se podían ver entre otras, Sangre y Arena (basada en la famosa novela de Blasco Ibañez y protagonizada por Nicanor Villalta) y Sin novedad en el frente. Como el tráfico de aquellos años no sería como el de hoy, el Pistolero sacaba unas 100 sillas de madera del bar a la calle para que el personal, previo pago, disfrutara de la proyección.

 

La primera crítica cinematográfica que hemos encontrado en la prensa barbastrense (La Gaceta del Vero 24 de Mayo de 1917).

Otro cine muy conocido aquellos años fue el Cine Moderno, situado en la calle Muro nº 7 (hoy Corona de Aragón) en aquellas dos naves que muchos recordareis por que allí estaban Transportes Aragón y Casasnovas. El empresario Sr. Ferrer compaginaba las actividades de taller y garaje con el cine, que consistía en un patio de butacas y un anfiteatro construido alrededor, los precios eran de 25 céntimos en banco y 50 en silla. El proyector estaba situado al fondo de la nave y la pantalla encima de la puerta de entrada. Nos han contado una anécdota de una pareja de novios sorprendidos por una señora en los menesteres reglamentarios de las ultimas filas, pues bien, esta santa y pura señora, paladín de las buenas costumbres barbastrenses, se puso a gritar escandalizada y herida en su sensibilidad hasta que se suspendió la sesión momentáneamente.  

Anuncio aparecido del Cine Moderno en el periódico Renovación. Observar el título de la película, que no tiene desperdicio...

Para estas fechas se invento el cine hablado y el primer cine barbastrense en adoptar esta modernidad fué precisamente el Cine Moderno. La primera película sonora que se rodó fue El cantor del Jazz (The Jazz Singer, Crosland, Warner Bros 1927), cuyo protagonista era el famoso actor Al Jolson teñido de negro. El sistema utilizado fue el vitaphone, método muy enfarragoso y delicado ya que el sonido era previamente grabado en unos grandes y frágiles discos de piedra, además de ser muy casi imposible la sincronización del sonido con la imagen, por lo que en muchas proyecciones la gente protestaba ruidosamente al ocurrir este incidente (recordar la parodia de este sistema en la película Cantando bajo la lluvia). Este método cayo pronto en desuso y fue sustituido por el sistema actual de fotografiar las oscilaciones sonoras en la misma película.

En España se estrenó El Cantor del Jazz en 1929 y al año siguiente ya se presentó la primera película española sonora: La canción del día, todo un lujo de película ya que contaba con argumento de Pedro Muñoz Seca y Pedro Pérez Fernández y música del maestro Jacinto Guerrero, además de ¡200! artistas importados de los teatros londinenses Picadilly y Druy-Lane.

Anuncio de La Canción del Día, primera película española hablada. Observar que además de los protagonistas actuaron ¡200! artistas de los teatros londinenses Picadilly y Druy Lane.

 

 

El Teatro Principal (I parte)

En esta segunda parte de la historia del cine en Barbastro vamos a hablar del antiguo Teatro Principal, posiblemente el teatro mas elegante con los que ha contado nuestra ciudad.

El teatro Principal fue inaugurado en 1886, fecha fácil de recordar ya que estaba pintada encima del escenario en una alegoría a la música en la que figuraban entre otros adornos una trompa y un violín enlazados con unos preciosos ramos de flores. Su diseño se correspondía con los grandes teatros de aquel tiempo, llamados de herradura y disponía de un patio de butacas rodeado de 14 plateas, todo ello  decorado con exquisita elegancia destacando las cómodas butacas tapizadas de terciopelo azul y presidido por un magnifico escenario con foso parea la colocación de la orquesta. En el primera piso disponía de un buen anfiteatro con cuatro palcos con unas cómodas sillas de madera de asiento plegable con dos palcos a cada lado. Tras esta poética descripción pasamos al mas prosaico gallinero donde el personal se sentaba en unas incómodas y enormes gradas de madera y los gamberros de turno llamados morenos disfrutaban bombardeando con litones o con chorros de gaseosa "de bolé" a los sufridos espectadores de butaca hasta que llegaba el Sr. Macario a poner un poco de orden. Entre las burradas que hacían los morenos nos ha hecho especial gracia esta: un grupo de gamberros se llevo de casa una fiambrera con garbanzos cocidos, uno de ellos hizo que vomitaba con grandes aspavientos mientras otro tiraba los garbanzos al patio de butacas, os podéis imaginar la que se armó...
La primera referencia de un espectáculo la encontramos en el periódico local La Defensa del 28 deAgosto de 1887 donde se anuncia la programación de las fiestas de aquel año en que una acreditada compañía de Zarzuelas interpretaría Marina, La Gran Vía, la Tempestad, etc.  Otro acto destacado del siglo pasado fue la asamblea agraria presidida por Joaquín Costa en 1893. La ilustración de este acto publicada en el Diario de Avisos de Zaragoza, es posiblemente la única referencia gráfica que existe de este Teatro en el siglo XIX.

Entre otras grandes compañías destacaremos la actuación en 1928 de la compañía de Maria Fernanda Ladrón de Guevara. Esta famosa actriz se trajo nada mas y nada menos que ¡20 baúles! (aventajaba incluso a la Piquer) llenos de elegantes vestidos. El Sr. Sixto (padre y abuelo de los autores y que era trabajador de la empresa de transportes Joaquín Pera) nos contaba que le tocó acarrear desde la estación del tren al Hotel Villa Irene1 tan impresionante cargamento. Elegantemente vestida la Ladrón de Guevara lucía su palmito por el Coso, siendo la admiración de las señoras barbastrenses (y sobre todo de los señores) que ingenuamente se acercaban a ella para  preguntarle donde adquiría tan maravillosas vestimentas, a lo que ella les contestaba que "curiosamente" disponia de unos cuantos vestidos exclusivos confeccionados por sus modistos de París y Barcelona y que les podría vender a precio de coste (el pluriempleo de los famosos no es cosa de este final de siglo).  

Los primeros propietarios que conocemos fueron Manuel Banzo Echenique y su esposa Irene Saenz de Miera Azpiazu que en el año 1931 vendieron el teatro a la familia Cortes, inmediatamente estos procedieron a una importante remodelación instalando el cine sonoro con dos máquinas Zeiss-Ikon que tuvieron que sustituir al poco tiempo ya que se trataba del sistema de discos que como ya comentamos en el artículo anterior fue un fracaso. Los primeros operadores fueron Eustaquio Rivera, Ibarz y Lacau y Blas Buatas. La primera película sonora que se proyectó en el Teatro Principal fue El precio de un beso, protagonizada por el entonces famosísimo cantante mejicano José Mójica, los aficionados barbastrenses le apodaban "el perdigacho" ya que nada mas salir en pantalla se ponía a cantar. José Mójica en pleno éxito abandono la farándula para profesar como monje. Para comprobar la reacción del publico la víspera organizó la empresa Cortes hizo un pase privado a los cinéfilos locales y al circulo de amistades. Otra curiosidad del cine sonoro de aquellos años treinta fue la proyección del posiblemente el primer "video-clip" de la historia: La Paloma, basado en la famosa canción del maestro cubano Iradier (si a tu ventana llega una paloma, trátala con cariño que es mi persona...). Tuvo este corto tal éxito que los espectadores no abandonaron la sala hasta que la empresa accedió a proyectarlo por segunda vez.  

Con la llegada del sonoro comenzaron a proyectarse las producciones norteamericanas de su época de oro, recordemos las películas de Frank Capra, Fritz Lang, Lubirsch, Hawks, Ford, Wyler, Ophüls, Wilder, Zinnemann, etc. y sobretodo de aquellos maravillosos actores como James Stewart, Gary Cooper, Cary Grant, Peter Lorre, Eduard G. Robinson, Humphrey Bogart, Henry Fonda, Clark Gable, Fred Astaire, los hermanos Marx, etc y a las bellas Marlene Dietrich, Mae West, Claudette Colbert, Jean Arthur, Joan Crawford, Greta Garbo, Ginger Rogers , Khaterine Hepburn...

En los años previos a la guerra civil se produjo un hecho curioso, Juan de Landa estaba en Barbastro promocionando su película El Presidio (Ward Wing 1930, versión en español de The Big House supervisada por Edgar Neville) cuando se celebró una multitudinaria manifestación en la placeta de San Francisco a favor de los presos anarquistas encarcelados tras los sucesos de Diciembre de 19332, este se dirigió a la manifestantes y estos prosiguieron su manifestación por las calles de Barbastro exigiendo la libertad de los detenidos. Ya que estamos en los años treinta vamos a recordar algunas películas españolas de aquellos años: La Aldea Maldita (1929) dramón rural influenciado por el cine ruso, La Hermana San Sulpicio (1934) donde debutó Imperio Argentina, Nobleza Baturra (1935) remake de la versión muda, también protagonizada por Imperio Argentina, Morena Clara (1936) de ambiente andaluz, todas estas películas fueron dirigidas por Florián Rey y producidas por Cifesa.

Otro importante director fue Benito Perojo: El negro que tenía el alma blanca (1935) protagonizada por Angelillo, La Verbena de La Paloma (1935) basada en la conocida zarzuela, Nuestra Natacha (1936) prohibida tras la guerra civil. Otros famosos realizadores fueron Saenz de Heredia que realizó la triste película La Hija de Juan Simón (1935) el gran éxito de Angelillo, Luis Marquina: Don Quintín el amargao (1935) producida por Filmófono, empresa participada por Luis Buñuel, Eduardo García Maroto: Una de fieras, Una de miedo y Ahora una de ladrones.. (1934) tres cortos humorísticos, Rosario Pi (la primera realizadora española): El gato montes (1935). Francisco Elías: El misterio de la Puerta del Sol (1929) una de las primeras películas sonoras españolas, etc.

Fotograma de la película "La Aldea Maldita" dirigida por Florian Rey.

Con el estallido de la guerra civil el Teatro Principal fue alguna vez utilizado como sala del Tribunal Popular para realizar sus juicios, además de servir de oratorio para innumerables mítines. También se celebraban obras de teatro preferiblemente políticas tal como leemos en el nº  46 del periódico  Orientación Social (Octubre 1936) "El pasado domingo, celebrose en el Teatro Principal, una velada teatral interpretada por el Cuadro Artístico de Monzón, y obreros barceloneses, que se encuentran actualmente en dicha población. Se interpretó con insuperable éxito, Tierra y Libertad..."  Aquellos años se proyectaron además de las producciones norteamericanas, multitud de filmes propagandísticos realizados en Barcelona por el Sindicado Único de Espectáculos Públicos (SUEP) perteneciente a la CNT-FAI. Entre ellos destacamos los relacionados con el frente de Aragón: Aguiluchos de la FAI por tierras de Aragón (1936), Aragón, trabaja y lucha (1936), Bombardeo de Apies (1936), La Conquista de Siétamo (1936), El Cerco de Huesca (1937), etc.  También los comunistas realizaron filmes propagandísticos  como Mando Único (1937), Ejército Popular (1937), etc y a través de su productora Film Popular distribuyen películas soviéticas como Octubre (Eisenstein, 1927) , La Línea General (Eisenstein, 1929), Los Marinos de Cronstadt (Dzigan, 1936), etc.

Crítica teatral del periódico Orientación Social (Octubre 1936).

Una vez que entraron los nacionales en Barbastro las nuevas autoridades, dispusieron que casi  todos los días hubiera sesión de cine para entretener a la gran cantidad de militares habidos en Barbastro dada la proximidad con el frente de Lérida. Ante la escasez de filmes se optó por adquirir una película "comodín": La Reina Mora, basada en la zarzuela de su mismo nombre del maestro Serrano, y los días que no se podía encontrar otra película se proyectaba ésta (un día si y otro también).

En el próximo capítulo continuaremos con el Teatro Principal desde las posguerra hasta nuestros días.

1 El Hotel Villa Irene estaba situado el solar situado al lado de la pista de la Sociedad en la Avda. Ejército Español encima de la Fonda El Jardín.

2 En un registro de la Guardia Civil realizado en la calle San Hipólito número 12 resulto muerto el guardia civil Adolfo Pérez Salcedo de 36 años. Las fuerzas del orden detuvieron a varios anarquistas barbastrenses, muriendo en el tiroteo el libertario Alejandro Castán, también hallaron un arsenal de bombas caseras en el "

 

 

El Teatro Principal 2ª parte

Esta segunda parte contempla la historia del antiguo Teatro Principal desde la finalización de la guerra civil hasta su demolición a finales de los años sesenta.

Las primeras representaciones en la posguerra fueron de carácter patriótico, recordando entre ellas a un grupo de jóvenes oscenses "del movimiento" que deleitaron al numeroso publico con las romanza Ay de mí del Rey que rabió, el relato en verso de Las botas crujideras de oscense López Allué interpretada por el amigo Pardina y como apoteosis final Banderita tu eres roja, banderita tu eres gualda coreada por toda la agrupación y el numeroso público.

Respecto al cine de aquellos años predominaban las películas de exaltación patriótica como Raza de Saenz de Heredia con guión de Jaime de Andrade (seudónimo de Francisco Franco), Harka de Carlos Arévalo, A mí la legión de Juan de Orduna, Sin novedad en el Alcazar de Augusto Genina o Escuadrilla de Antonio Román, etc. Los protagonistas solían ser siempre los mismos, los magníficos Alfredo Mayo, Luis Peña, José Nieto, Raul Cancio, Rafael Durán, etc. y las bellas Amparito Rivelles, Ana Mariscal, Aurora Bautista, etc sin olvidarnos de las primeras folclóricas como Lola Flores, Lolita Sevilla, Carmen Sevilla, Juanita Reina, etc. Junto con estas películas se realizaron multitud de películas históricas de "cartón piedra" como Juana la Loca, Agustina de Aragón, La Reina Santa y adaptaciones de famosas novelas como El Escándalo, El Clavo, Boy o Pequeñeces, Locura de amor, Malvaloca, La Dolores, etc.

Durante los primeros años cuarenta en el Teatro Principal se proyectaron películas y reportajes realizados en la Alemania nazi con la novedad de un incipiente color Agfacolor que asombraba al respetable acostumbrado al blanco y negro. Entre estas películas destacamos La Ciudad soñada (1941), El lago de mis ensueños (1942) o Las aventuras del Barón de Münchausen (1942) todas ellas magníficamente realizadas pese a la exaltación de las "bondades" del nacionalsocialismo y de la raza aria.

Aquellos años trabajan en el Teatro Principal los señores Broto, Alás y Sopena de porteros, de taquilleras Ascensión Rivera y Asunción Castán y de acomodadoras Maruja y Feli, siendo los operadores Buatas, Armengol, Sallán y Corts y el aprendiz Pedro Simón, coordinaba a todos ellos Samuel Lafarga.

Existía en aquella época una gran afición al cine, posiblemente por la falta de otros espectáculos y sobre todo de televisión. Recordamos la sesión doble de los sábados donde se podía ver a precio económico dos películas (las que el Domingo se proyectarían en el Principal y en el Coliseo) además de los reportajes del Nodo y de Imágenes por lo que estas sesiones terminaban a las 2 o incluso las 3 de la mañana. Los domingos se realizaban tres sesiones (5,7 y 10) siendo la más popular la de las 7 de la tarde donde era un problema conseguir entrada dada la gran cantidad de abonos y reservas.

El teatro barbastrense  

Bajo la dirección de Ernesto Torrente los aficionados barbastrenses representaron numerosas obras de Teatro como La venganza de Don Mendo (Muñoz Seca) protagonizada entre otros por Andres Guillen, López, Herminia Zamora, Maruja Mur, los hermanos Torrente, Santiago Plana y Oswaldo Santamaría. Posteriormente se representaron varias obras destacadas de Miura, Llopis, Jardiel Poncela, etc. (Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Tu y Yo somos tres, Francisca Alegre y olé o Sublime Decisión), también el barbastrense Perez Mañané estreno su obra El sillón y las zapatillas. En estas representaciones recordamos a José Antonio Ferraz, José-María Noguero, José Luis y Enrique Arnal, Valerio, Isabel Nerín, Eulalia Mayoral, Pilarín Noguero, Olga Murillo, Nuri Canales, Lolita Ojer, Antonio Latorre, Colín, María José Lacambra, etc. Otros aficionados se encargaban de los decorados como Paco Zueras y José María Santiago, otros hacían de tramoyistas (Durán y Angles), Petra y Pepe se ocupatabn de la peluquería,  Beltrán del maquillaje y Armengol y el famoso "Caruso" dirigían este cotarro.  

Capitulo especial merece la representación de La Dolorosa, bajo la dirección artística de Ernesto Torrente y la dirección musical del maestro Melendo (a quien próximamente le dedicaremos un artículo). Un grupo de aficionados locales se atrevieron con esta zarzuela y el resultado no pudo ser mas positivo, logrando un gran éxito que aún hoy se recuerda y eso que hablamos del año 1954. Destacamos el buen hacer de Pilarín Lacoma y Eduardo Brandi como artistas principales, la gracia de Lina Brandi y Benito Rivera y al desaparecido Sr. Castán cantando la jota entre bastidores.

Además de los usos habituales como cine y teatro, el Teatro Principal fue utilizado para innumerables espectáculos musicales entre los que destacan los conciertos benéficos, de exhibición en Fiestas de las orquestas que actuaban en la Floresta y en la Sociedad, o también en fiestas la sesión de gala del espectáculo de jota que la noche anterior había actuado en la Plaza de Toros en función gratuita, etc. También fue utilizado para sesiones comerciales recordando una de la casa Philips en 1954 presentando sus novísimo y modernos aparatos estereofónicos.

A final de los años sesenta el antiguo Teatro Principal fue demolido y se construyó el actual que fue inaugurado en las fiestas de 1970 con el vodevil Amores Cruzados interpretado por la compañía de Vicente Parra y Lola Herrera, pero eso es otra historia y la contaremos en otra ocasión....


Nuestro amigo Antonio Latorre acompañado de la Orquesta Wancuver y de "Don Manué".


El gran Antonio Machín actuó en el Teatro Principal con su espectáculo Melodías de Color (1949).

 

 

Los Cines Gran Coliseo y Exploradores

En este artículo recordaremos al Cine Gran Coliseo, se encontraba en la calle Escuelas Pías enfrente de las Aguas y todavía hoy se puede admirar su modernista fachada. Disponía de un aforo de 600 personas aproximadamente repartidas entre un cómodo patio de butacas y un gran anfiteatro con un acusado desnivel. Fue inaugurado en el año 1932 y era propiedad de D. Valentín Lafarga que se instaló en Barbastro después de hacer las Américas y que era dueño también del moderno Bazar San José situado en la calle General Ricardos, 69. Antes de la guerra fue vendido el Gran Coliseo a la familia Cortés.

 

Disponemos de un "Proyecto de Cinematógrafo para Barbastro" fechado en Junio de 1926 y firmado por los arquitectos De Leon y Farina que creemos puede corresponder al Cine Coliseo, su coste total ascendía a 149.859 Pesetas con 71 céntimos aunque parece ser que el arquitecto de la obra fue Antonio Uceda.

Su publicidad era bastante pintoresca, unos cuantos zagales con pancartas tipo estandarte, alusivas a la película, iban recorriendo las calles principales calles de Barbastro, en especial el paseo del Coso entregando al personal programas de mano. Se proyectaban dos sesiones, la denominada popular a las 3 de la tarde y la llamada de moda a las 6 de la tarde.

Este edificio tenia fama de gafado, se cuenta que durante su construcción se hundió el tejado matando al aparejador de la obra, a los pocos meses en plena proyección el operador se percató de unos extraños ruidos procedentes del techo, acto seguido se persono un albañil llamado "Pepota" quien comento la necesidad de interrumpir la sesión para que los espectadores salieran ordenadamente ya que preveía que todavía quedaban unas horas antes de que se derrumbara definitivamente el cielo raso y efectivamente así sucedió, al cabo de un par de horas el techo se desplomó sin causar ninguna victima y poco después fue reconstruido por los hermanos Clavería. También fue blanco de los bombardeos de Noviembre de 1937 cayendo una bomba causando algunos destrozos afortunadamente sin victimas.

Durante la guerra civil recuerdo a mi hermano Sixto haciendo cola ante las taquillas esperando la llegada de los milicianos del Frente de Huesca para sacarles las entradas y así ganarse una suculenta propina, no olvidemos que los milicianos estaban muy bien pagados (9 pesetas diarias) y no tenían ni tiempo ni sitios donde gastar semejante suelo. En la prensa de la época (Orientación Social nº 68 del 07.11.36) encontramos un curioso artículo de opinión donde el articulista se quejaba de que en el Coliseo los fumadores y sus "incansables e inagotables cigarros impedían la visibilidad de la proyección", lo reproducimos completo al margen dada su actualidad después de pasados 64 años.

A mediados de los años 60 se cerró como Cine siendo utilizado actualmente como almacén de calzados por una conocida empresa barbastrense.

También en los años 1935-1936 en los locales de los Exploradores (Boy Scout del Vero) en la calle Santo Domingo se proyectaban películas en una pequeña pantalla. Recuerdo que mi amigo Paco Ronsano me llevaba a las proyecciones y al ser socio de los citados exploradores tenía el privilegio de ver las películas en la parte delantera de la pantalla y los que no éramos socios nos ponían detrás de la pantalla viendo la proyección algo borrosa y al revés pero no por ello dejábamos de emocionarnos con las aventuras de Tom Mix y su caballo Bala de Plata.