En estos microcoches encontramos el origen de los PTV, ya que los hermanos Antoni y Guillem Tachó poseían a finales de los años cuarenta un pequeño taller de reparación de vehículos además de dedicarse a la instalación de equipos de gasógeno tan en boga en aquellos años e incluso a la fabricación de carburadores que comercializan con su nombre, pues bien dichos hermanos desarrollaron un elegante vehículo de tres ruedas en su primera versión y cuatro en la posterior con un motor trasero boxer de dos tiempos y 648 cc refrigerado por aire y doble carburador que rendía 18 CV a 4000 rpm con unas medidas de 3,90 m de largo y 2,20 m de batalla y un peso de 660 kg que fue matriculado con el número B-80347 y participó en varias carreras comárcales donde era conocido por la "Ballena". Posteriormente los hermanos Tachó desarrollan un cochecito no tan sofisticado como el anterior dotado de un motor monocilíndrico de 247 cc de 13 CV con 3 velocidades y marcha atrás de líneas menos agraciadas que la "Ballena" y que se denominó "Coca" (quizás por su parecido con una torta tipica de ciertas zonas de Aragón y Cataluña), este cochecillo con matrícula B-86282 participó también en numerosas pruebas comárcales y fue el embrión de los famosos PTV 250.